Todos contra Marzà

Los sindicatos se unen a las protestas de los padres y de la concertada contra la vuelta a las aulas gestionada por Educación

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La vuelta a las aulas programada para este lunes ha provocado que distintos colectivos del ámbito educativo estallen contra la gestión de Marzà. Los sindicatos han sido los últimos en subirse a un barco en el que ya estaban los padres y la concertada. Y es que con la llegada de la fase 2, los alumnos que terminan ciclo educativo (6 de Primaria, 4 de Secundaria y 2 de Bachillerato) podrán asisitir voluntariamente a clases prensenciales en grupos reducidos, aunque simultáneamente se mantendrá la docencia online. El resto de cursos escolares podrán acudir únicamente para realizar tutorías presenciales. 

Esta decisión no ha sentado bien en el seno de los sindicatos de educación, que consideran que es una medida «precipitada y sin sentido». La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado que aumenten las medidas de seguridad y que se realicen tests a todos los docentes que se incorporen de manera presencial. Además, exigen más personal «para fortalecer la educación y afrontar con garantías la crisis social y económica derivada de la pandemia» ya que aseguran que, de este modo, «podría disminuir el número de alumnos por aula y se garantizaría la mejor calidad educativa».

En la misma línea, el Sindicat de treballadors y treballadores de l’ensenyament del País València (STEPV) vaticina el caos con la vuelta a la presencialidad y señala que supondría que «los profesores trabajarán más de lo que ya lo están haciendo». Y es que ya se encuentran «muy cansados» por el «gran esfuerzo» realizado por adaptarse a este cambio y ahora deberán combinar las clases presenciales con las telemáticas, «lo que implica más preparación y reuniones de coordinación».

Por otra parte, UGT cree «arriesgado» hacer tutorías colectivas en fase 2 y pide a Marzà que «rectifique» antes de que se produzcan «agolpamientos de personas innecesarios en los centros educativos que puedan provocar imágenes como las que hemos visto en paseos, terrazas o bares». De hecho, subrayan que en Francia «medidas de este tipo han provocado que las autoridades hayan tenido que cerrar los centros educativos al poco tiempo de abrirlos».

Los padres también han manifestado su disconformidad con la actitud de la Conselleria. La Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia (Fcapa) asegura que Educación «no ha tenido en cuenta» las propuestas que presentaron, las cuales «se estaban llevando a cabo con éxito en aulas y centros docentes de otros países y que tienen como única finalidad garantizar la seguridad de la comunidad educativa».

Dudas respecto al próximo curso

La reapertura de los centros educativos fijada para el 7 de septiembre tampoco se queda atrás. STEPV ha solicitado crear un grupo de trabajo para marcar los pasos a seguir que ha sido ignorado por la Conselleria, que «prefiere no publicar nada hasta que lo tengan definitivamente cerrado para así no crear confusión». 

Además, el proceso telemático de solicitud de plaza para el próximo curso académico anunciado por Educación ha generado malestar entre la concertada, que teme ver perjudicada su pluralidad educativa. Feceval (Federación de Centros de Enseñanza de Valencia) ha solicitado que los colegios tengan un papel más activo en el proceso y exigen transparencia a la Conselleria para que las familias reciban la plaza solicitada. 

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