Bustelo: “La comunidad científica está abandonada por el Ministerio»

Xosé Bustelo (ASEICA) destaca el papel de la investigación y la tecnología para afrontar los retos biosanitarios y tener una economía competitiva

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La investigación sufre el abandono del Ministerio de Ciencia e Innovación desde antes de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. “Sus acciones son meramente declarativas y con poca implementación práctica”, asegura Xosé Bustelo, presidente de la Asociación Española de Investigación sobre Cáncer (ASEICA), sobre el equipo de Pedro Sánchez.

España se enfrenta a una nueva etapa necesitada de un pilar base como la investigación. Por ello, el presidente de esta Asociación que aglutina a más de 800 investigadores y oncólogos líderes en cáncer del país analiza el nuevo escenario y tiende la mano al Gobierno para ayudar a implementar los cambios necesarios.

Abandono del Gobierno

La realidad ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia en el mundo, ¿no es paradójico que no reciba la atención que merece desde los gobiernos?

Sí, creo que esta ha sido una demostración clara de lo importante que es la ciencia y la tecnología para un país, no solo en cuanto al desarrollo de mejores diagnósticos y tratamientos sino también en cuanto a capacidad de producir productos que permitan la implementación de los mismos. Y, lamentablemente, también ha retratado el estado de desatención que el sistema de I+D+i en nuestro país durante estos últimos años. Esperemos que, en el futuro, nos acordemos de Santa Bárbara también cuando no truene. La investigación y la tecnología no son un lujo: es necesario para afrontar los retos biosanitarios a los que nos enfrentamos y, también, la única forma de tener una economía competitiva y de alto valor añadido.

¿El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, les ha transmitido algún mensaje de apoyo? ¿Sienten respaldo por parte de su Ministerio?

En absoluto. Creo que la comunidad científica está bastante abandonada por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Seguimos con los mismos problemas que teníamos antes y, lamentablemente, muchas de sus acciones son meramente declarativas y con poca implementación práctica. En este sentido, seguimos esperando por una mejor financiación, el abandono del nuevo calendario irracional de proyectos de la Agencia Estatal de Investigación que está dejando cada año a 1/3 de los investigadores españoles sin financiación durante 8 meses, con retrasos de convocatorias y con muchos más problemas. Necesitamos un giro copernicano en la política de este Ministerio. El ministro siempre tendrá a ASEICA a su lado para ayudarlo, si lo necesita, en implementar alguno de esos cambios en cuanto se decida a implementarlos.

¿Cree que ahora reaccionará el Gobierno?

Esperemos que la situación que hemos vivido permita abrir los ojos a nuestros gobernantes, los nacionales y los autonómicos, y que, por fin, apostemos de forma fuerte y estable por un sector de I+D+i fuerte en los próximos años. Y no me gustaría que se considerase una postura corporativista: sí creo que la investigación en cáncer es importante, obviamente, pero honestamente creo que España tiene que apostar por todos los ámbitos científicos si queremos tirar para adelante con mejores herramientas económicas de las que poseemos en estos momentos.

Pérdidas por la COVID 19

El confinamiento ha cerrado laboratorios y ha dejado en casa a muchos profesionales, ¿qué impacto ha generado este episodio en las investigaciones que llevan a cabo?

Las líneas de investigación han estado paralizadas durante todo este tiempo y, lo que es más grave, costará tiempo volver a alcanzar la velocidad de crucero otra vez. Creo que, en general, se puede estimar un retraso de entre 5 o 6 meses como consecuencia de esta parada. Para nuestros miembros más jóvenes, esto supone también un serio impedimento en sus carreras científicas, al perder meses de tiempo vitales en su formación científica. No niego que, en las primeras fases del pico de infección, esta parada sí fuese necesaria. Lo que dudo más es que, desde al menos mes y medio, no se pudiese haber habido una desescalada progresiva en los centros de investigación del país.

¿Se puede contabilizar la pérdida en tiempo, en dinero, en coste humano desde el punto de vista profesional?

Ha habido sitios en donde se han tenido que sacrificar bastantes modelos animales de experimentación en cáncer. Esto tardará meses en volverse a rescatar. Ha existido también problemas en pérdida de puntos concretos asociados a experimentos de larga duración, lo que es el tiempo habitual que duran muchos estudios de cáncer. Muchos ensayos clínicos se han retrasado también como consecuencia de la situación de los hospitales en estos últimos meses. Hay cosas que quizá no se pudieron evitar por culpa de la crisis sanitaria que hemos sufrido, como por ejemplo el caso de los ensayos clínicos, pero la mayoría de los casos que he mencionado anteriormente podrían haber tenido una afectación menor si hubiésemos podido mantener las líneas de trabajo a lo largo de estos meses.

Retos oncológicos

¿Cómo está afectando, en general, a la investigación oncológica y qué impacto tiene en la población, teniendo en cuenta el número de cánceres que se detectan a diario?

La investigación oncológica, como todas las demás, ha sufrido durante este periodo en la línea que he apuntado anteriormente. Quizá más que en algunos otros campos, puesto que habitualmente implica la realización de investigaciones que son muy largas en el tiempo. Sin embargo, lo pasado pasado está. Lo importante ahora es focalizarse en el futuro. Y ahí puede haber varios riesgos: que volvamos a desatender nuevamente a la ciencia por culpa de la crisis económica que se nos avecina o que se decida poner todos los huevos de la financiación en la cesta de la Covid-19 en vez de en enfermedades tan prevalentes en España como es el cáncer. No nos olvidemos que, en nuestro país, perdemos cada año a 130.000 de nuestros conciudadanos por culpa del cáncer.

¿Y a los pacientes oncológicos que han visto retrasados sus tratamientos, qué les diría?

En cuanto a los pacientes, me gustaría mandarles un mensaje de tranquilidad. Hemos pasado tiempos difíciles, pero ahora es el momento de volver a la rutina normal desde el punto de vista asistencial. Y, a largo plazo, seguimos con el reto que todos los oncólogos y sociedades de pacientes nos hemos puesto para los próximos diez años: aumentar las tasas de supervivencia en cáncer del 55% actual al 70%. Pero, sí, para eso necesitaremos también una apuesta fuerte por la ciencia y la tecnología en los años venideros.

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