“Las ayudas de la Generalitat solo llegarán a 1 de cada 7 autónomos”

Los comercios siguen desprotegidos por el Gobierno y esperan de forma urgente instrucciones para afrontar el proceso de desescalamiento

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En la Comunidad Valenciana, el comercio (grande, mediano y pequeño) genera más de 300.000 puestos de trabajo y una facturación de 22.000 millones de euros. La crisis económica derivada del coronavirus también ha golpeado a este sector que mantiene un 65% de los puntos de venta cerrados y un 35% abiertos sin ingresos suficientes.

Economía Digital entrevista al presidente de la Confederació de Comerç d´Alacant, Castelló i València (Confecomerç), Rafael Torres, para conocer la realidad de un sector que supone en torno al 13% del PIB y cuyo porcentaje de afiliación a la seguridad social es de un 17%.

¿Qué impacto está teniendo en el comercio el Estado de Alarma decretado por el Gobierno? ¿Qué perdidas calculáis en este periodo?

Es muy difícil calcular perdidas porque al final todo son estimaciones. Ahora, en torno al 70 o 65% del sector está cerrado por el Decreto Ley, es decir, están teniendo una facturación prácticamente inexistente con caídas del 90% de media. A veces se ve atenuada la pérdida por aquellos que pueden llevar a cabo venta online.

Respecto al otro porcentaje de comercios abiertos, el nivel de empleados medio es inferior a dos personas, no pueden hacer turnos ni contratar a más persona, tampoco facturan lo normal y encima se les está generando mucho desgaste físico y mental. Además, se deben realizar inversiones para acatar las medidas de seguridad que atacan directamente a la cuenta de resultados.

Respecto a las ayudas anunciadas por la Generalitat Valenciana, ¿en qué momento del proceso se encuentran? ¿han llegado al bolsillo de los comerciantes?

Destacan las ayudas directas a autónomos con una línea de 57 millones de euros. Sin embargo, vuelven los problemas. Primero, la línea se queda corta al recibirse por concurrencia competitiva y no está llegando a los autónomos. De hecho, prevemos una demora de entre dos y tres meses, donde ya será tarde para algunos comercios. Por otra parte, han anunciado una línea de 5 millones para el sector turístico. También accesible por concurrencia competitiva, menos dotada e insuficiente. Pero menos es nada.

De todas formas, si la media de cada ayuda es de 1.000 € por autónomo, en la Comunidad Valenciana hay más de 350.000. Así, las ayudas de la Generalitat solo llegarán a 1 de cada 7 autónomos.

Ximo Puig. GVA.

En paralelo, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) con el aval de 100% de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) ha creado una línea que esta en torno a los 100 millones de euros. ¿Los problemas? Los mismos, solo los clientes más solventes están pudiendo acceder. En conclusión, los más débiles lo van a pasar peor.

¿Y a nivel nacional?

Muchas operaciones todavía no han llegado. Respecto a las líneas de avales del ICO, los negocios con menos solvencia y, por tanto, más necesidad de acceder a esa financiación no están pudiendo hacerlo ya que la banca, como es lógico, está seleccionado a sus clientes más solventes. Luego, a quienes están pudiendo acceder se les están ofreciendo unos tipos de interés bastante mas altos que la media (2% o 3%) y, en ocasiones, llegan a un 5% o 6%.

Luego, las moratorias de impuestos son bien recibidas pero hay miedo al abrir de nuevo la persiana. O añadimos más medidas de liquidez con supresiones de parte de impuestos o bonificaciones o lógicamente va a ser muy complicado salir.

Y en los Ayuntamiento, ¿qué ocurre?

A través de las Federación Valenciana de Municipios pretendemos coordinar algunas acciones comunes con todos los ayuntamientos. Los ayuntamientos son las instituciones públicas que más liquidez y solvencia tienen. En el caso del Ayuntamiento de Valencia son 60 millones, pero están pendientes de una autorización de parte del Estado para poder usarlo para un fin distinto como ayudas sociales y económicas para sostener a todo el tejido empresarial. La orden ya está tardando y es urgente.

Además, los ayuntamientos también han destinado unas ayudas por concurrencia competitiva. Pero siguen planteándose problemas cuando, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Valencia se anuncian 5 millones para más de 100 mil acciones económicas. Solo van a acceder en torno a 700-800 negocios y eso significa menos del 1% de todo el sector económico de la ciudad. Se agradece pero son absolutamente insuficientes

Joan Ribó, alcalde del Ajuntament de València

En consecuencia, ¿cómo lo afrontan los comerciantes?

La sensación es angustiosa, al final no puedes acceder a financiación, las ayudas no han llegado todavía y simplemente estamos pudiendo aplazar algunos impuestos. De esta última forma, se está generando una liquidez temporal pero si no se convierten en bonificaciones legales de alguna manera, al final se van a tener que pagar. Como se dice: Pan para hoy y hambre para mañana.

La Conselleria de Economía ha recibido un gran número de solicitudes de ERTE, ¿cómo los afrontan los comercios?

Pedimos que se haga una desescalada progresiva de las medidas. Queremos que cuando acabe el estado de alarma no obliguen a recuperar todo el personal, asumir todos los gastos, etc. porque entonces vendrán los cierres en cadena. Por tanto, modificando los ERTE por fuerza mayor a causas económicas o de producción, se podrán ir en función del nivel de recuperación que vayan teniendo los negocios

Desde Confecomerç, ¿qué medidas específicas habéis planteado?

Planteamos y pedimos un segundo plazo de 20 mil millones en la línea de avales de Estado destinados exclusivamente a PYMES y autónomo. Aunque pediría que se ampliara el aval a un 80% sobre todo para micropymes y autónomos.

También, pedimos que los impuestos estatales lleguen a tener una exoneración o beneficios fiscales para dar alguna línea de ayudas fiscales. Que realmente sea una liquidez definitiva y no una liquidez temporal.

Otra de las medidas es que los ERTE se transformen por tema económico o de producción, de manera que se puedan mantener algunos en función del desarrollo.

Por último, para el día después del coronavirus, ¿poseéis un plan para incentivar las compras en comercios pequeños con el desconfinamiento?

Necesitamos que nos den un plan de salida con un calendario que incluya las medidas obligatorias. Debemos determinar horarios, equipamientos de seguridad, aforo, higiene… Si abrimos persianas el próximo 11 de mayo, ya se están retrasando en trasmitírnoslo.

Además, existirá mucha inseguridad y tendremos que trabajar con grandes campañas de comunicación para trasladar seguridad en el sector. Si no sabemos transmitir a los clientes y consumidores, el daño va a ser mayor.

Finalmente creo que estamos en el momento de promover la vuelta a lo auténtico, en muchos aspectos el pequeño comercio ha demostrado que es un sector absolutamente fundamental y es necesario ayudarle cuando salgamos.

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