Es de Justicia

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El 11 de mayo pasado escribí en esta tribuna que era inadmisible que los españoles no conociéramos el nombre de los integrantes del comité de expertos que había constituido el Ministerio de Sanidad para guiar sus decisiones acerca de la gestión sanitaria de la pandemia del coronavirus que nos asolaba, y que a día de hoy nos sigue asolando.

Mostraba mi indignación por todos los ejemplos de falta de transparencia en la gestión gubernamental, cuando, el supuesto gobierno más progresista de la historia, se vanagloriaba de velar por ella.

Tras cinco meses hablando del «Comité Técnico de Expertos» del que se negaba los integrantes del mismo, ayer el Ministerio de Sanidad, en una respuesta oficial, tras ser requerido por el Defensor del Pueblo para que diera los nombres de dicho Comité, ha reconocido que dicho Comité jamás ha existido.

Fernando Simon, médico epidemiólogo español, director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. EFE

Tras este relato de acontecimientos es de justicia reconocer que me equivoqué. No se me caen los anillos al entonar el ‘mea culpa’. Es de justicia reconocer que, aunque nunca mostré esperanza alguna en que el gobierno que preside el Sr. Sánchez dijera de buenas y primeras la verdad a los españoles, sí que confiaba en que la justicia se impusiera y reconociera los derechos de los españoles legalmente establecidos. No ha sido así.

Pues con la escueta respuesta dada, donde se niega la existencia de dicho Comité, bien se está reconociendo que se nos mintió al afirmar que existía y, al tiempo, se limitaban nuestros derechos y libertades sin respaldo técnico alguno; o bien se nos está mintiendo al decir que dicho Comité nunca existió, y si existió, y si ahora no se reconoce, es porque dicho Comité lo integraban personas cuya única valía sería ser amigo de, cuñado de o afiliado de…

Por tanto, también se limitaban nuestros derechos y libertades sin criterio técnico alguno. En cualquier caso se socavaron nuestros derechos de la misma manera que se socavaba el Estado de Derecho. Ayer demostramos no tener una democracia más sólida que la de Bolivia o Ecuador, demostramos que hasta Polonia o Hungría nos pueden dar lecciones de respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos.

Ayer, el tercer grupo parlamentario del Congreso, anunció una moción de censura contra el gobierno en el mes de septiembre. Probablemente se quedará solo. Unos no la apoyarán porque son participes de las mentiras del Gobierno y del desastre de gestión habida y por haber; otros no la apoyarán pues pueden sacar provecho de un gobierno débil y harán valer su posición de chantajistas; y los últimos, los más tristes de todos, no la apoyarán por ir contra sus intereses personales y partidistas… En cualquier caso, nadie esperaba nada de ellos. Y a España, aunque se haga en solitario, no se puede dejar de defenderla. Es de justicia.

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